—Mm —dijo una vocecita en su oreja—. Difícil Muy difícil. Lleno de valor, lo veo.
Tampoco la mente es mala. Hay talento, oh vaya, sí, y una buena disposición para probarse a sí mismo, esto es muy interesante... Entonces, ¿dónde te pondré?
Harry se aferró