Que la oscuridad de la desesperanza no invada tu corazón.
Que no nos tiemble el corazón y mucho menos nos acobardemos, pues Jesús, nuestro Señor Resucitado, nos ilumina con su Luz.
Estemos alegres en Cristo nuestro Redentor. ◇◇◇Que no tiemble vuestro cor