Llegaron. Están entre nosotros. Andan por el barrio.
´"No creo que un libro se escriba solo, aunque éste constituya una excepción. Más bien valoro el esfuerzo: caminar treinta kilómetros a la mañana, almorzar liviano, echar la siestita –bastan pocos minutos–, hablar con los amigos, beber vino, fumar todo lo
Soporte papel comprado en el chino de acá a la vuelta, más esa Troika Liliput Multitasking, comprada un poco más lejos, que no es garantía de buenos sonetos pero sí una felicidad recurrente para la mano izquierda.